Sunday, September 21, 2008

Sasakidoga

En una de sus estadías en Tamrunilia, Vallad encontró un árbol invertido: su copa se hallaba en el suelo y su tronco y raíces se alzaban hacia el cielo. En la parte más alta de las raíces, se encontraba un lémur comiendo nubes.
¿Qúe haces ahí? -dijo Vallad, mirando al lémur-. ¿Hm? No sabes que no debes molestar a un lémur de las montañas mientras come? - Dijo el Lémur, volviéndose hacia Vallad.

Vallad: Lo siento, no logré distinguir tus colores desde aquí abajo.

Lémur: No te preocupes - dijo el lémur, saltando desde las raices -, no es gran cosa,no soy tan temperamental como el resto de mis hermanos. Y dime extraño ser, que buscas en los dominios de Bagjk?.

Vallad: Esperaba encontrar información, sobre las formas de ir a la dimensión de los
humanos.

Lémur: ¡Si que eres valiente, extraño ser!, pero cuentame, ¿por qué un ser como tú
querría ir a la dimensión de los humanos?

Vallad: Debo cumplir una misión allí, el mismo Bagjk me mandó llamar desde mis
aposentos en Rumcia, pero dijo que una vez que llegara a ese mundo, la entendería.

Lémur: Debes saber, extraño ser, que las formas de viajar a ese lugar son muchas,
algunas fáciles, otras difíciles, pero para todas hay una regla: deberás demostrarle a nuestro mundo que eres capaz de viajar, y sólo conseguirás eso viendo a Sasakidoga.

Vallad: ¿Quién es ese Sasakidoga del que hablas?

Lémur: Sasakidoga no es un quién, pero tampoco es un qué. Él y ella se encuentra en
todos lados, y en ninguno, pues su nombre es todo lo que se sabe de él y ella. Es todo lo que puedo decirte extraño ser, pues todo lo que necesites saber, de el y ella lo aprenderás.

Sin más que decir. el lémur se convirtió en agua, y se coló entre las raíces del árbol...

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